Quizá, uno de los mayores desafíos en la vida es el de ser m/padres. Es difícil sentirse segura sobre nuestra forma de educar: ‘¿Lo estaré haciendo bien?’, ‘¿Es normal que esto ocurra?’, ‘¿Será culpa mía?’

Los m/padres somos la primera fuente de socialización y de aprendizaje en los niños, pero no por ello somos los únicos responsables de todo lo que les ocurre. Son muchas las variables que pueden llevar a nuestra hija a sufrir algunas problemáticas.

Es muy frecuente encontrar patrones de conducta alterados, dificultades de adaptación o socialización, comportamientos desafiantes o negativistas, celos, miedos, dependencia, desobediencia, y muchas más problemáticas.

Reconocer que puede existir un conflicto con respecto a nuestros hijos ya es en gran medida complejo como padres. Salir de dudas o pedir ayuda es un gran paso hacia la resolución de conflictos que, inevitablemente, acaban por suponer malestar general en nuestro día a día y en toda la familia.