Y de repente… los años han pasado. Toda una vida detrás: vivencias cumplidas, proyectos frustrados, sensaciones confrontadas.
El período correspondiente a la vejez es, en ocasiones, arduo de aceptar según el enfoque con el que se enfrente. Por un lado, observamos toda una etapa pasada con fases terminadas; por otro, nos enfrentamos a una nuevo momento en el que prima el tiempo libre, la tranquilidad, el ocio, etc.
Darle un sentido positivo a esta nueva etapa, después de momentos importantes de transición (jubilación, emancipación de los hijos, pérdidas familiares, deterioro psico-físico, etc.) no siempre es sencillo.