¿Cómo ayudar a una persona con inestabilidad emocional?
Sentir que las emociones te desbordan constantemente puede resultar frustrante y agotador tanto para la persona que sufre como para quienes están a su alrededor e intentan brindar apoyo.
A menudo, las personas que atraviesan este tipo de dificultades se sienten atrapadas en un torbellino de emociones intensas y fluctuantes, lo que puede afectar a la relación con las personas que están a su lado.
Si has llegado hasta aquí, probablemente tengas a alguien cercano que está pasando por un mal momento y te sientes perdido respecto a cómo ayudarle, por lo que desde Océane Psicólogos queremos brindarte algunas herramientas que te pueden ser de gran ayuda:
Comprender la función de las emociones.
Las emociones son una parte fundamental de nuestra experiencia diaria y desempeñan un papel crucial en cómo interpretamos y respondemos a nuestro entorno.
Funcionan como señales que aparecen ante determinados estímulos, ya sean internos (como pensamientos o recuerdos) o externos (como situaciones o interacciones con otras personas), y nos ayudan a comprender lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Aunque muchas veces nos resulten incómodas o desagradables, nos están comunicando información muy importante respecto al mundo que nos rodea y nos impulsan a actuar.
De hecho, evolucionamos teniendo emociones ya que estas son imprescindibles para nuestra supervivencia. Por ejemplo, si no sintiéramos miedo, seríamos incapaces de protegernos ante un peligro, y si no sintiésemos tristeza por la pérdida de aquello que es importante para nosotros, no sabríamos diferenciar lo importante de lo que no.
Todas las emociones tienen una función adaptativa, en este caso, la tristeza nos señala la necesidad de parar, tomarnos un tiempo para nosotros o buscar apoyo en nuestros seres queridos para que la pérdida pueda ser procesada.
Por lo tanto, es normal que nuestras emociones fluctúen ya que, como hemos visto, están ligadas al contexto, a nuestras circunstancias personales, y estas, siempre están en continúo cambio.
Lo importante es aprender a identificar nuestras emociones y los desencadenantes que las provocan. Esto nos permite desarrollar estrategias para manejarlas, como la práctica de la atención plena, la autocompasión o simplemente tomarnos un momento para respirar y parar.
Al hacerlo, no solo cultivamos una mayor comprensión de nosotros mismos, sino que también fortalecemos nuestra capacidad para enfrentar los desafíos emocionales que se nos presenten.
Escucha activa y validante
Una de las formas más efectivas de ayudar a alguien que está pasando por un mal momento y siente que las emociones le desbordan es ofrecer un espacio seguro para que se exprese.
Escuchar de manera activa significa prestar atención plena a lo que la persona está diciendo, sin interrumpirla. Un truco es realizar preguntas abiertas “¿Cómo te estás sintiendo ahora? ¿Qué necesitas en este momento?”
A veces, simplemente ser escuchado puede aliviar la carga emocional. Recuerda que no siempre es necesario ofrecer soluciones; a menudo, lo que más necesita la persona es sentirse comprendido.
Validar las emociones de alguien significa reconocer y aceptar lo que está sintiendo y pensando como válido, es decir, sin juzgar ni intentar intervenir en el proceso, dando espacio a todo aquello que esté experimentando la persona. Para ello, puedes decir frases como: “Entiendo que te sientas así, es completamente normal lo que estás sintiendo en base a lo que te ha ocurrido.”
Fomenta la regulación emocional
Anima a la persona a expresar sus emociones. Como hemos visto antes, ayudar a la persona a identificar y nombrar sus emociones puede resultar de gran ayuda.
Esto puede incluir hablar sobre lo que siente, escribir en un diario o incluso participar en actividades creativas como la pintura o la música. La expresión emocional puede ayudar a procesar sentimientos complejos y reducir la intensidad de las emociones negativas.
Puedes animarla a llevar un diario emocional donde registre cómo se está sintiendo, qué situación o situaciones han desencadenado que se sienta así y qué ha hecho en ese momento con la emoción.
Para que sea más sencillo de entender, puedes responder a las siguientes preguntas: ¿Qué emoción estoy sintiendo? ¿Cómo la estoy sintiendo? ¿Qué situación la ha desencadenado? ¿Qué me invita a hacer la emoción? ¿Qué decido hacer yo con ella?.
Este registro emocional nos ayuda a tomar conciencia sobre nuestra manera de transitar las emociones, entender por qué aparecen y qué estrategias solemos utilizar para lidiar con ellas, ya que muchas veces recurrimos a estrategias que, aunque nos calmen la emoción, pueden no resultarnos adaptativas.
Este recurso no solo le ayudará a entender mejor sus emociones, sino que también le permitirá desarrollar estrategias para regularlas.
Cuida de ti mismo
Ayudar a alguien que está pasando por un mal momento puede ser un proceso desafiante y, a menudo, agotador. Por ello, es fundamental que cuides de ti mismo mientras ofreces apoyo.
Un símil que ilustra esta necesidad es el protocolo de seguridad en los aviones: cuando la azafata explica qué hacer en caso de emergencia, lo primero que menciona es que, antes de socorrer a alguien, debes colocarte la mascarilla de oxígeno tu primero. Esto se debe a que, si no te aseguras de estar bien, no podrás brindar la asistencia necesaria a quienes te rodean.
De manera similar, cuidar de tu bienestar emocional es esencial para poder ofrecer un apoyo efectivo. Establecer límites saludables es crucial; es importante reconocer cuándo necesitas un descanso y no sentirte culpable por ello. Dedica tiempo a actividades que te recarguen, como practicar ejercicio, meditar, leer o disfrutar de un paseo al aire libre.
Además, considera la posibilidad de hablar con amigos o familiares sobre tus propias experiencias y sentimientos. Compartir tus pensamientos puede aliviar la carga emocional y ofrecerte nuevas perspectivas. Recuerda que, al priorizar tu bienestar, no solo te beneficias a ti mismo, sino que también te conviertes en un apoyo más efectivo y presente.
Al igual que en el avión, asegúrate de que tu “mascarilla” esté bien colocada para poder ayudar a los demás de la mejor manera posible.
Promueve la búsqueda de ayuda profesional
Si bien tu apoyo es fundamental, es importante reconocer que, en algunos casos, la persona puede requerir la intervención de un profesional de la salud mental. Promover la búsqueda de ayuda profesional puede ser un paso crucial para la persona que estás apoyando.
Un psicólogo está capacitado para ofrecer herramientas y estrategias específicas que pueden ayudar a manejar las emociones de manera más efectiva.
Alentar a la persona a buscar ayuda no significa que no estés haciendo lo suficiente; al contrario, demuestra tu compromiso con su bienestar.
Puedes ofrecerte a acompañarla a la primera cita o ayudarla a investigar opciones de terapeutas que se alineen con sus necesidades.
Es fundamental que la persona entienda que buscar ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad. La terapia puede proporcionar un espacio seguro para explorar sus emociones, aprender sobre sí misma y desarrollar habilidades de afrontamiento.
Además, un profesional puede ofrecer un enfoque objetivo y especializado que puede ser difícil de obtener en relaciones personales. Al promover la búsqueda de ayuda profesional, estás contribuyendo en su camino hacia la estabilidad emocional y el bienestar a largo plazo.
Desde Océane Psicólogos te invitamos a que contactes con nosotros para que podamos acompañarte y orientarte en cómo guiar a esa persona de la manera más fiable y sana posible, además en esas sesiones te animamos a dejarte a tí también un espacio propio donde poder expresarte, priorizarte y dar un lugar a tus sentimientos y emociones.